La fiesta se cuela en casi todos los rincones de Cartagena excepto en uno, a pocos pasos de la Torre del Reloj. Allí donde termina ese gran bololó (alboroto), comienza Bololá.
Una hermosa casa colonial restaurada de puertas abiertas, con más de 300 años de antigüedad, donde puedes descansar plenamente en nuestras cómodas habitaciones y sumergir tus pies en nuestro cálido corazón azul de agua.